Este islote, situado frente a la playa de la Isla, generó hace 30 años una gran polémica cuando estuvo a punto de ser urbanizada con fines turísticos. Hoy es un singular capricho de la naturaleza, que ofrece refugio y protección a las aves marinas, especialmente gaviotas, pardelas y cormoranes.
Dentro de la variada oferta de inmersiones en la zona, cabe destacar esta como un lugar ideal para las prácticas de los que se inician en este deporte, , por la escasa profundidad y la buena visibilidad del fondo.
Inmersión que se realiza por la parte exterior de la Isla (pared sur), donde encontramos gran variedad de vida animal y vegetal.
Profundidad de 0 a 14 Metros.
En ella encontramos grandes praderas de Posidonia oceánica y la flora y fauna típica de esta zona. La abundancia de especies que depositan sus puestas entre las hojas da lugar a una gran densidad de alevines que atraen a otras especies en busca de alimento. La propia pradera atrae a especies herbívoras constituyendo, en conjunto, un ecosistema estable y muy productivo. En apariencia, es un fondo desierto, del cual surge la vida cuando se observa atentamente.
Pulpos, morenas, doncellas, pepinos de mar, cangrejos ermitaños, castañuelas, meros y todo tipo de “vida pequeña” son habitantes habituales.
En esta pared, en la pared sur, en la zona de "levante" de la isla, a unos 3 metros de profundidad, podemos encontrar una pequeña cueva visitable. Delante de la entrada de la cueva, en el fondo, a 12 metros de profundidad, tambien podemos ver una placa de piedra conmemorativa "in memorian" a Jacques Cousteau.